Por medio de un video, la hija del Pastor Hurtado, acusado de liderar una congregación religiosa en la que se reducía a la servidumbre a los fieles y se cometía abuso sexual, pide la liberación inmediata.
La hija de Isaías Hurtado, el autoproclamado pastor religioso detenido por hechos de trata de personas y abuso sexual, pidió a la Justicia que lo libere y advirtió que su padre lleva 47 días de ayuno que solo interrumpirá cuando le permitan regresar con su familia.
En un video entregado en la redacción de LA CAPITAL Patricia dice que “en nombre mío, de mi familia y de una iglesia que espera a su Pastor, que necesitamos de nuestro padre”
Además de sostener que al Justicia lo tiene detenido injustamente, la mujer presenta en el video a dos de las personas que pertenecían a la pequeña congregación afincada en el barrio San Carlos de esta ciudad hasta mediados de año, cuando la policía allanó y detuvo a varios de sus integrantes. “Dos de las supuestas víctimas, como han sido catalogadas por la Justicia, van a dar su declaración en este video y muchas más están dispuestas a hablar”, asegura.
Hurtado fue detenido a principios de julio junto a su esposa Patricia Padilla Coronado y Joel Opazo, Luis Cortez y Caleb Esteban Alday, todos acusados de cometer delitos en el marco del “Ministerio Apostólico y Profético Monte Sión” que funcionaba en el “El Templo”, de O’Higgins 333, domicilio lindante al de la familia Hurtado.
El pastor se autoproclamaba líder del grupo y, según la investigación del juez Santiago Inchausti y el fiscal Nicolás Czizik, explotaba a fieles, los obligaba a tomar créditos para su propio beneficio y en algunos casos abusaba sexualmente. “Tengo que purificarte con el semen ungido” decía Hurtado según el testimonio de algunas de las víctimas.
Mientras Hurtado continúa detenido, la igual que los otros tres imputados, Patricia Padilla Coronado fue liberada 18 días después de aquellos operativos.
En una carta difundida en los últimos días, la hija del pastor describe la situación de su padre: “Se encuentra en Ezeiza, en Ingreso D, lugar que se transformó en un pabellón Cristiano, en el que 30 internos y todo aquel que ingresa está invitado a buscar de Dios. Cantan y comparten la palabra todos los días, de lunes a lunes. Se convirtió en un pabellón de restauración para las personas interesas en no volver a delinquir.
Mi papá no tiene antecedentes penales, no ha matado a nadie y además la mayoría de las supuestas víctimas de trata de persona, son hermanos y amigos de la Iglesia a la cual pertenecemos y sobre todas las cosas están agradecidas para con mi Padre. Fueron a prestar declaración a los tribunales y en vez de escucharlos los incluyeron dentro de las victimas.
Pedimos a la Justicia, a los jueces, si es necesario al mismo Presidente de la Nación que nos permitan estar con nuestro Padre, no soportamos estar lejos de Él. Siempre hemos sido una familia unida, como hijos necesitamos de sus palabras, su amor y dedicación. Mis hermanitos necesitan del cuidado y la fortaleza de su Padre, no se lo pueden negar. Por favor, no sigan separándolo de nosotros, más sabiendo que No va a comer hasta estar en casa con quienes le aman”.